Vino Matador Antonio López
La Bodega Matador presenta el vino que cierra el ciclo de la revista, de la A a la Z. Lo han elaborado Willy Pérez y Ramiro Ibáñez, de Bodegas De La Riva, y lo ilustra Antonio López, autor del Cuaderno de Artista que pronto recibiréis en casa junto con la revista. Es un vino que apuesta por la tradición y demuestra por qué el Jerez es considerado como uno de los grandes vinos del mundo.
Willy Pérez y Ramiro Ibáñez son unos de los enólogos más inquietos y dinámicos del Marco de Jerez. En 2017 recuperaron la histórica marca Manuel Antonio De la Riva, que había pertenecido a dicha familia, propietaria de 53 hectáreas de viña en Macharnudo. Con este proyecto buscan recuperar vinificaciones antiguas y de pagos tradicionales como Balbaína o Macharnudo, de los que se nutrían los vinos históricos de la casa.
El vino Antonio López es cien por cien palomino fino, plantado en 1988 y podado mediante el método clásico conocido como vara y pulgar. Los racimos, vendimiados en septiembre de 2022, fueron prensados y fermentados en dos toneles de 1.000 litros. Las levaduras autóctonas y el tiempo hicieron el resto. Tras un año de crianza, este vino marca el fin de su camino como vino de pasto y brinda los primeros destellos de un clásico fino de Macharnudo, que es sin duda uno de los viñedos más importantes del mundo, el Montrachet español. Estos vinos de pasto explican porqué las botellas de Jerez se pagarán mucho más que los grandes Burdeos en el siglo XIX.
La Bodega Matador presenta el vino que cierra el ciclo de la revista, de la A a la Z. Lo han elaborado Willy Pérez y Ramiro Ibáñez, de Bodegas De La Riva, y lo ilustra Antonio López, autor del Cuaderno de Artista que pronto recibiréis en casa junto con la revista. Es un vino que apuesta por la tradición y demuestra por qué el Jerez es considerado como uno de los grandes vinos del mundo.
Willy Pérez y Ramiro Ibáñez son unos de los enólogos más inquietos y dinámicos del Marco de Jerez. En 2017 recuperaron la histórica marca Manuel Antonio De la Riva, que había pertenecido a dicha familia, propietaria de 53 hectáreas de viña en Macharnudo. Con este proyecto buscan recuperar vinificaciones antiguas y de pagos tradicionales como Balbaína o Macharnudo, de los que se nutrían los vinos históricos de la casa.
El vino Antonio López es cien por cien palomino fino, plantado en 1988 y podado mediante el método clásico conocido como vara y pulgar. Los racimos, vendimiados en septiembre de 2022, fueron prensados y fermentados en dos toneles de 1.000 litros. Las levaduras autóctonas y el tiempo hicieron el resto. Tras un año de crianza, este vino marca el fin de su camino como vino de pasto y brinda los primeros destellos de un clásico fino de Macharnudo, que es sin duda uno de los viñedos más importantes del mundo, el Montrachet español. Estos vinos de pasto explican porqué las botellas de Jerez se pagarán mucho más que los grandes Burdeos en el siglo XIX.
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