Queridos amigos, socios del Club Matador,
Empezar agradeciendo vuestra generosa aportación para construir la undécima exposición del Club. Si alguna vez es absolutamente cierta la expresión “sin vosotros no hubiera sido posible” es aquí y ahora. Gracias, me he sentido muy acompañado por todos, está siendo una experiencia muy agradable que pronto compartiremos.
En mi escrito de presentación del proyecto “Demorarse en lo bello”, ya hacía referencia a los “objetos culturales” en donde el culto no tenía que ver con la atención, añadía que quizás la atención destruía lo “cultural”.
Si hablo de esto, es para revelaros –bajo secreto y sólo a los que exponéis- mi acción. Consta de dos partes:
En la primera, las obras se expondrán ocultas (envueltas delicadamente). Esto sucederá durante un tiempo, de ahí el titulo “Demorarse en lo bello”, y nadie podrá ver las obras, ni ninguna referencia se hará sobre donde se encuentra cada obra.
En la segunda, las obras se “revelarán” a nuestra mirada, permaneciendo visibles hasta el final de la exposición.
La belleza, siempre está en el Club. Oculto primero en un gesto que demora lo positivo y después visible, expuestas al tiempo del ojo.
Deseo que aceptéis esta acción, que nos exige demora desde su ocultamiento a su visibilidad.
He preparado un texto con Vicenç Altaió, escritor y ensayista que se os entregará desde el día del primer opening, el 21 de febrero de 2019.
Gracias por la confianza –más que por esto por la fe- que espero me otorguéis. Todo ello en favor de la salvación de lo bello. Este es el sentido de la “Nota bene” que os revelaba.
“Os invito, no tanto a mirar, sino a mirar dejando de mirar, a pensar lo que no vemos y el motivo porque se nos ha ocultado”.